Registrar una marca es el primer paso del que queda documentación cuando fundas una firma. Pero, antes de darlo, tienes que haber hecho una planificación.
Elegir una marca y registrarla no son cuestiones menores. ¿Sabes cómo tienes que gestionar estos aspectos? ¿Cuáles son los fallos más habituales y que debes evitar? A continuación, te lo contamos en detalle.
1. No confundas la marca con la razón social
Tienes que llevar a cabo cada uno de estos registros en una instancia diferente. Mientras el primero lo vas a realizar en la Oficina Española de Patentes y Marcas, el segundo has de gestionarlo en el Registro Mercantil correspondiente.
2. Cuando no tienes claro lo que quieres proteger
Ahora nos referimos, en concreto, a la elección de la denominación concreta que vas a usar. No olvides que todos los años son registradas miles de marcas, por lo que tienes que hacer un esfuerzo para que la tuya cuente con algo original.
La clave de esta decisión crucial pasa por analizar qué es lo que puede distinguir a tu marca. De esta forma, se va a convertir en una seña de identidad que te va a hacer reconocible ante el resto del mundo con una gran eficacia y de forma inmediata.
3. No prestar atención al naming
Sabemos que no es fácil reflejar en un naming (concepto para definir la construcción de un nombre) las claves por las que quieres que identifiquen tu marca y hacerlo de forma breve.
Por eso, además de la concisión, tienes que centrarte en poner el máximo de creatividad, aunque esta ha de estar siempre ligada a un significado. No basta impresionar con una palabra original, sino que tiene que ser capaz de evocar.
También es imprescindible analizar sus significado en otros idiomas, sobre todo si vas a trabajar tu marca a nivel internacional. Todos recordamos namings desafortunados como el del Nissan Moco...
4. ¿Elegiste un nombre demasiado parecido a otros?
En este caso, te arriesgas a que, directamente, te confundan dentro de tu sector con otras marcas que utilizan denominaciones similares. Así que no dudes en revisar los nombres que ya están en uso.
5. No fijarse en qué dominios hay libres
Cuando ya tienes claro el nombre por el que quieres que conozcan tu marca no has de desatender otro aspecto fundamental: la página web en la que van a poder encontrarla.
Es posible que, aunque tu marca sea totalmente original, ya estén ocupados los dominios más populares (.es, .org o .com) con su nombre.
6. ¿Y si no has protegido lo que verdaderamente te distingue?
Puede suceder que te centres demasiado en el naming y se te pasen otras características de tu branding (concepto relativo a la construcción de una marca) que son igualmente relevantes.
En este sentido, no puedes estar desinformado respecto a qué te permite proteger la ley española cuando registras una marca. No escatimes tampoco con todo lo que tenga que ver con el logotipo, los colores, el lema, etc.
Te vamos a dar un ejemplo práctico: ¿qué crees que recuerda más un consumidor de la marca? ¿El nombre Lacoste o el logo del cocodrilo?
Hasta aquí el listado de los errores que debes evitar al registrar tu marca. Como has podido comprobar, es un tema delicado y del que va a depender en gran medida el éxito de tu proyecto.
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