Posiblemente te preguntarás qué tipo de calefacción es la que más te conviene para tu oficina. Tanto la calefacción eléctrica como la calefacción de gas ofrecen ventajas e inconvenientes. Para poder elegir bien deberás tener en cuenta diversos factores, como, por ejemplo, el presupuesto con el que cuentas para la instalación y el gasto mensual, el espacio a calentar o el número de empleados que van a trabajar en la oficina.
Veamos entonces cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada sistema de calefacción.
Sistemas de calefacción eléctrica
Principales ventajas
- La calefacción eléctrica ofrece una serie de ventajas en lo que respecta a su instalación, la cual suele ser bastante asequible desde el punto de vista económico.
- No tendremos que realizar obras largas y molestas para llevar a cabo esta instalación.
- No es necesario realizar ningún tipo de mantenimiento de forma periódica. Solamente hay que accionar los radiadores para que empiecen a funcionar.
- Respecto a la seguridad, la energía eléctrica suele ser bastante fiable.
- También es una clase de energía que no genera residuos, por lo que no es necesario estar limpiando la instalación constantemente.
- Puesto que no necesita ningún combustible para su funcionamiento, no tendremos que destinar ninguna zona como almacén, lo que nos ayudará a optimizar el espacio disponible.
Principales inconvenientes
- La oscilación de su precio. El kilovatio de luz tiene un precio elevado en la actualidad y es susceptible de que suba en determinados momentos, por ejemplo, en los meses más fríos del invierno cuando se dispara la demanda.
Calefacción a base de gas
Principales ventajas
- La calefacción de gas se caracteriza por su alta eficacia ya que el calor se propaga de forma muy rápida.
- Se trata de un tipo de energía limpia y estable.
- No se generan residuos ni se necesitan espacios para almacenar combustibles.
- Esta energía es más barata que la eléctrica, por lo que puede ser más rentable a medio y largo plazo.
Principales inconvenientes - Los sistemas de calefacción a gas funcionan mediante un circuito de agua en el que es necesaria una caldera para calentar el líquido y unos radiadores, que serán los aparatos que distribuyan el calor por toda la estancia. Esto implica que la instalación es costosa y la obra necesaria lleva tiempo.
- Además este circuito necesita un mantenimiento periódico para evitar averías o subsanar los pequeños daños que aparezcan.
- También hemos de tener en cuenta la localización geográfica de la oficina, puesto que el gas natural no llega a todos los puntos de la geografía española.
Un sistema de calefacción para cada espacio
Como hemos visto, cada sistema tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que hay que tener en cuenta las circunstancias particulares de cada empresa para determinar cuál es mejor. Si se trata de un local u oficina de gran tamaño, ubicada en una localidad donde los inviernos sean fríos, lo más recomendable es la calefacción de gas. Su reducido coste y alta eficiencia hacen de este sistema el más indicado para estos casos. Pero si hablamos de un espacio de tamaño pequeño o medio, ubicado en una zona no demasiado fría, la calefacción eléctrica ofrece unos resultados magníficos.
Ahora que ya conoces las principales ventajas e inconvenientes de cada sistema ¿cuál vas a instalar en tu negocio? Si necesitas orientación personalizada, consulta con las
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