Cambios en la ley de control de presencia laboral: sistema digital obligatorio

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado recientemente que el objetivo del ministerio es la entrada en vigor de la reducción de la jornada laboral, una de las propuestas estrella de la legislatura, entre en vigor en algún momento de este año 2024. De hecho, la ministra detalla que desde la fecha de entrada en vigor de la ley hasta el 31 de diciembre de 2024, el promedio de horas de la jornada ordinario de trabajo deberá ser de 38,5 horas como máximo.

Este importante anuncio viene acompañado de otro, que aunque ha pasado más desapercibido, tiene también un fuerte impacto en el día a día de las empresas de nuestro país: todas las empresas deberán realizar el registro de la jornada laboral de los trabajadores, algo ya obligatorio desde el 2019, mediante medios digitales.

En la actualidad, la norma permite realizar este registro por medios analógicos, algo que, en opinión de especialistas en este campo, facilita la manipulación de los registros y dificulta la labor del seguimiento de los mismos por parte de la autoridad laboral.

Como apuntábamos, los objetivos de este cambio son claros. Por un lado, se busca dificultar la falsificación o manipulación de los registros por parte de los empresarios, especialmente en un momento, con la entrada en vigor de la reducción de la jornada laboral, en que es crítico control este aspecto.

Por otro lado, la utilización de un sistema digital para fichar en el trabajo permite a la autoridad laboral acceder a los datos de manera rápida, fácil y telemática, lo que a su vez agiliza enormemente el control y la toma de acciones en caso de observar cualquier irregularidad.

El incumplimiento del nuevo sistema de control de presencia laboral supondrá multas y sanciones de entre 1.000 y 10.000 euros en aquellos casos más graves, variando en función de la naturaleza y alcance de la infracción y el número de empleados afectados. Estas sas sanciones buscan garantizar que las empresas cumplan con la normativa y protejan los derechos laborales de sus empleados.

Es probable que, a acorto plazo, aquellas empresas que en la actualidad están realizando el registro de la jornada laboral con un sistema analógico (apuntándolo en papel físico, marcaje en fichas, etc.) se vean contrariadas por tener que cambiar sus procesos, y tener que invertir recursos en un nuevo sistema basado en tecnología digital. No obstante, lo cierto es que este tipo de sistemas son muy ágiles, prácticos y habitualmente económicos, y sus ventajas acaban normalmente justificando su implantación más allá de su inminente obligatoriedad.

Desde el punto de vista de los empleados, estos sistemas permiten habitualmente realizar el registro con tan solo pulsar un botón en el dispositivo electrónico, que en algunas ocasiones puede ser una tableta, un ordenador, o incluso el propio teléfono móvil del trabajador. Una vez hecho el registro, la persona tiene la tranquilidad de que los datos quedan reflejados de manera fiable, garantizando un recuento real y efectivo de las horas trabajadas, minimizando errores o la posibilidad de malas prácticas por parte de la empresa.

Desde el punto de vista de la empresa, las ventajas también son importantes, ya que un registro fiable y ágil de las horas trabajadas facilita la resolución de conflictos en este aspecto, reduce los errores administrativos y, en general, aumenta la eficiencia de todo el proceso de gestión. Por otro lado, la empresa tiene a su disposición estos datos en un entorno digital, que permite su análisis y seguimiento de cara a la toma de decisiones empresariales y a la optimización de la gestión de sus recursos humanos.

Si necesitas digitalizar tu sistema, en Doiser encontrarás una amplia selección de empresas especialistas en control de presencia laboral que te ofrecerá al alternativa que mejor se adapte a tus necesidades.