Este recurso nos permite acceder a todo tipo de información, aumenta las opciones y vías para el aprendizaje, reduce la necesidad de presencialidad, nos ofrece libertad de expresión, permite la colaboración entre personas y, hace más fácil la gestión y organización.
Sin embargo, también presenta ciertos riesgos tales como exposición a contenido inapropiado, noticias falsas, publicidad invasiva, uso de datos personales con fines desconocidos y, sobre todo, delincuencia digital.
¿Qué es un ciberataque?
Un ciberataque es un conjunto de acciones ofensivas contra sistemas de información como bases de datos, redes computacionales, entre otros. Esta modalidad delincuencial roba información importante para instituciones, personas o empresas.
‘’Existen diferentes tipos de ciberataques, sin embargo, se pueden categorizar en cuatros grupos: el cibercrimen, hacktivismo, ciberespionaje y ciberterrorismo. El cibercrimen suele ser es más común y utiliza técnicas como el
phishing. Concretamente roban la identidad de personas o compañías para realizar fraudes bancarios, todo ello con fines económicos’’, sostiene Fernando Bullón,
especialista en fraude cibernético de Zonatech.
Ciberataques en cifras
Los ciberataques han aumentado un 40% a nivel mundial durante el primer trimestre de 2020, en comparación con el mismo período del año anterior.
Según los datos de IBM, compañía estadounidense privada que provee soluciones de hardware, se ha detectado un incremento pronunciado en la zona de Europa, Oriente Próximo y África, donde los ataques crecieron un 125 por ciento.
Una de las técnicas más utilizadas por los cibercriminales son el spam, correo electrónico no solicitado que se envía a un gran número de destinatarios con fines “publicitarios” o “comerciales”. Desde el pasado 1 de marzo se ha registrado un crecimiento de más del 5.000 % en el spam relacionado con información de la Covid-19.
Las pymes, pequeñas empresas en cuanto a volumen de ingresos, han sido uno de los objetivos preferidos de las ciberamenazas.
La modalidad es simple, ya que contactan con las organizaciones fingiendo ser entidades bancarias o gubernamentales para compartir falsas ofertas de ayuda financiera.
En ese contexto, los ataques se dirigen generalmente en forma de correos electrónicos. Cuando los usuarios acceden a estos archivos adjuntos, ejecutan un malware que, a través de un troyano de acceso remoto, permite al ciberdelincuente acceder a la información del dispositivo.
Según los expertos de IBM, este tipo de emails contienen algunas faltas ortográficas y frases mal construidas, sin embargo, muchas personas han sido víctimas de estos correos fraudulentos.
“La confusión y la incertidumbre son la combinación perfecta para lanzar este tipo de ciberataques”, sostiene Susana del Pozo, directora de servicios de seguridad en IBM España, Portugal, Grecia e Israel.