Coaching motivacional: el empujón eficaz para alcanzar metas

¿Qué habilidades trabaja?

• Perspectiva: ayudando a dar contexto a los problemas y barreras, ya sean aprendidos o reales, para encontrar la mejor forma de superarlos.
  
  
• Enfoque positivo: enseñando a poner el foco en la solución y no en el problema.
  
  
• Adaptabilidad y resiliencia: ofreciendo técnicas que faciliten el enfrentar los cambios y sacar provecho de ellos.
  
  
• Autoevaluación honesta: para aprender a evaluar los logros de forma objetiva, evitando el autosabotaje, el síndrome del impostor, etc.
  
  
• Herramientas de gestión de estrés.

• Retribución económica. Aunque no es el aspecto más valorado, sí que es muy importante que la persona perciba que su sueldo va a acorde a su contribución dentro de la empresa. Una política salarial baja acaba provocando desgana dentro del equipo y puede ocasionar la fuga de talento que busque unas mejores condiciones económicas. Los incentivos variables por objetivos pueden ser una buena herramienta para motivar a los trabajadores.
  
  
• Ambiente de trabajo. Un clima laboral en el que predomine la cooperación, interacción y participación fomenta que las personas se sientan a gusto en su trabajo y, por tanto, potencien sus habilidades. En caso de que detectes dinámicas peligrosas, como competitividad tóxica o problemas graves de comunicación, un coach puede ayudarte a ponerles solución antes de que sea tarde.
  
  
• Posibilidad de promoción dentro de la empresa. Ver que el trabajo, esfuerzo y la experiencia adquirida dentro de la compañía son elementos premiados con un ascenso permite, sin lugar a duda, que los colaboradores perciban que su sacrificio ha valido la pena y es recompensado.
  
  
• Feedback laboral. Un empleado valora positivamente que su jefe reconozca que su trabajo está bien hecho y que tiene un sentido dentro del engranaje de la empresa. Aquí también hay que tener en cuenta que, en caso de tener que corregir algún aspecto, es importante que se haga siempre desde una perspectiva constructiva y que sirva para que la persona desarrolle sus habilidades. Nunca hay que caer en la crítica fácil y destructiva, ya que puede degradar la calidad del entorno laboral.
  
  
• Posibilidad de conciliar vida laboral y profesional. Tener una cierta flexibilidad horaria y una proximidad geográfica que evite largos desplazamientos hasta el puesto de trabajo es algo que incentiva a los colaboradores. El hecho de facilitar a los empleados que puedan compaginar las responsabilidades laborales con las familiares también ayuda a las empresas a fidelizarlos.
  
  
• Apoyo ante las dificultades. Cuando un miembro de tu equipo pase por un mal momento y detecte que te preocupas por él y que intentas apoyarlo dentro de las posibilidades, se estrechará el vínculo que os une. Esto hace que la persona rinda más ya, que percibe que es valorado y se le tiene en cuenta.

• La autoestima de los colaboradores aumenta. Esto les permite confiar más en sí mismos y asumir las responsabilidades y retos con una mentalidad positiva.
  
  
• Las personas sienten una mayor vinculación con la organización. Al tomar consciencia de la importancia de su trabajo y su repercusión, los trabajadores desempeñan sus labores con una mayor eficacia. Saben que, si cometen errores, pueden perjudicar a sus compañeros y el buen desarrollo de la empresa. También tienen la tranquilidad que, si cometen un error, serán corregidos de una manera constructiva y en beneficio de todos.
  
  
• Los niveles de productividad aumentan. Un clima laboral positivo fomenta que todo el mundo trabaje más a gusto y, por tanto, cada uno dé lo mejor de sí mismo.
  
  
• Se mejora la capacidad de adaptación. Los cambios son percibidos como retos y no como problemas. Esta mentalidad es muy importante para poder afrontar los desafíos que constantemente se producen en un entorno tan cambiante como el que vivimos actualmente.
  
  
• Trabajo colaborativo. El intercambio de ideas permite fomentar la creatividad y encontrar nuevos enfoques para superar los obstáculos, por lo que los equipos de trabajo ofrecen mejores resultados que si cada uno realiza sus aportaciones de forma individual y dispersa.