Lejos de lo que muchas personas puedan pensar, los planes de retribución flexible sí son para las pymes. Su automatización, gracias a las aplicaciones tecnológicas, y alta flexibilidad, posibilitan que hasta la empresa más pequeña pueda aprovechar las ventajas de esta importante herramienta.
Beneficios sociales al alcance de todos
Mantener unas condiciones de trabajo favorables para la plantilla y el nivel de satisfacción alto no es sencillo hoy en día. Menos aún para las pequeñas y medianas empresas, sumidas en un proceso de profundo cambio y con numerosos retos que asumir.
Digitalización, automatización, Big Data, IA… prepararse para el cambio produce vértigo y puede incluso hacer olvidar que el bienestar de sus plantillas es necesario en el camino hacia la transformación.
En ese reto de cuidar a los profesionales y potenciar su adhesión a la empresa, los planes de retribución flexible aparecen como una tabla de salvación para las más pequeñas. ¿Cómo? Facilitando su implantación a un coste mínimo.
Subir sueldos sin tocar salarios
La retribución flexible posibilita que cada empleado destine parte de su salario bruto al pago de una serie de productos y servicios (siempre que no excedan el 30 % del salario bruto). La empresa es la encargada de seleccionar estos productos que pueden ser desde cursos de formación a seguro de salud, tiques para comidas o transporte…
La ventaja es que todos ellos se ponen a disposición de la plantilla en condiciones ventajosas de contratación y que, además, están exentos de tributación o retención en el IRPF. En otras palabras: aumentan el poder adquisitivo del trabajador aunque este no haya visto incrementado su salario.
Gracias a una respuesta digital, una pequeña empresa puede brindar a su plantilla la posibilidad de disfrutar de estos beneficios sin asumir riesgos ni grandes costes. Tan solo adoptando una herramienta tecnológica intuitiva que se adapta a cualquier tipo de organización.
El trabajador, por su parte, puede decidir cada mes en qué quiere invertir ese 30 %. Esto significa que, además, puede llevar el control de sus gastos, planear sus próximos consumos y averiguar el impacto real de su salario. En definitiva, controlar su nómina por completo.
Una vez más, los sistemas digitales basados en la flexibilidad y la personalización tienen la respuesta a los retos del futuro para las pequeñas y grandes empresas.
En la automatización reside el éxito
La digitalización ha supuesto una gran oportunidad de mejora en lo que la compensación del empleado se refiere. Encontramos un ejemplo práctico en los planes de retribución flexible totalmente digitalizados (app para el móvil para empleados y plataformas de gestión para las empresas).
Estas herramientas permiten a una pequeñísima empresa gestionar los beneficios sociales de forma automatizada, sin necesidad de sobrecargar a su departamento administrativo. Esto es posible porque dichas soluciones ceden el control total al trabajador. Este se ve recompensado con una app que le permite, desde el móvil, decidir de qué servicios desea disponer, cómo y cuándo. Todo ello de forma autónoma e individual.