La justa competencia dentro del mercado es algo que damos por supuesta, ya que se trata de un sistema regulado que castiga con dureza las técnicas que intenten manipular ese equilibrio.
Pero ¿y si sospechas de competencia desleal por parte de una empresa de tu sector? ¿cómo puede evitar que dañe tu negocio y qué opciones tienes a tu alcance? No te preocupes, a continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tema.
¿Qué es la competencia desleal?
Se conoce bajo ese término al conjunto de prácticas que se consideran agresivas y cuyo objetivo es perjudicar a una empresa. Algunas de esas prácticas son, por ejemplo, vender un producto por debajo de su coste final (o dumping), o difundir información falsa sobre la competencia con el objeto de dañar su imagen.
La principal característica que puedes encontrar es la falta de buena fe por parte de la competencia. Las empresas que la llevan a cabo, normalmente mediante técnicas ilegales, intentan alterar el comportamiento de los consumidores o del propio mercado.
En la Ley que regula esta práctica, concretamente en su artículo 5 y siguientes, se definen las actuaciones principales que se engloban dentro del concepto, y sobre las que te hablaremos más adelante.
¿Cuáles son las principales técnicas de competencia desleal entre empresas?
- La primera de ellas es la de los actos de engaño, que consiste en todo tipo de conductas que difunden información falsa o que, aun no siendo falsa, induzca a los consumidores a error y afecte a la empresa de la cual se difunde esa información.
- Esto nos lleva a otra técnica bastante común, que es la de los actos de confusión, consistente en crear confusión con los servicios que otra empresa presta, con su actividad o con su establecimiento. El ejemplo más habitual es emplear un logo muy parecido al de una marca (generalmente conocida), lo que hace que los compradores adquieran sus productos sin pararse a comprobar si se trata de una copia o no.
- Las omisiones engañosas también están penalizadas. Una de las más comunes es la ocultación de información a sabiendas para cambiar el comportamiento del consumidor.
- Hay prácticas agresivas que pueden ser, a su vez, ilegales y que no constituyen una lista cerrada, como el acoso, la coacción, el dumping, ya mencionado, obligar al proveedor a cumplir condiciones abusivas en relación con la dependencia económica, etc.
- Los actos de comparación, el monopolio, los actos de limitación, la violación de secretos empresariales son algunas técnicas de competencia ilícitas que también se recogen en la ley que persigue la competencia desleal.
Algunos de los casos más famosos
En España tenemos muchos ejemplos de este tipo de prácticas. Uno de los que más repercusión tuvo fue el de Televisión Española, cuando el programa de España Directo fue considerado una imitación de Madrid Directo, por lo que se habría beneficiado de la reputación del programa original.
Otro caso sonado es el de Uber, que fue prohibido después de que le denunciara la Asociación Madrileña del Taxi al descubrirse que no contaba con autorización administrativa para llevar a cabo el trabajo que realizaban.
¿Cómo detectarla?
Hay muchas pistas que te pueden llevar a descubrir que una empresa está utilizando esta práctica contra ti:
- La más clara, por supuesto, es el testimonio de testigos.
- El comportamiento sospechoso de empleados o socios puede indicar también este tipo de prácticas dañinas.
- La desaparición de documentos, puede ser otra pista clave.
- Las denuncias anónimas contra tu empresa suelen ser el primer paso en un intento de difamación y deberían hacer que salten todas tus alarmas.
¿Qué puedes hacer ante la competencia desleal?
Lo primero que puedes hacer si descubres este tipo de actos es interponer una demanda judicial ante un juzgado de lo mercantil, que es el órgano judicial competente en esta materia. No obstante, para ello deberás probar que efectivamente se han llevado a cabo este tipo de actos y que la empresa que los ha llevado a cabo se ha beneficiado económicamente de ello. Para ello debe contar con pruebas sólidas sobre las que basar tu petición.
Igualmente, cabe la opción de interponer una denuncia administrativa si lo que se ha producido es una infracción concreta por parte de otra empresa. En ocasiones, esta es la vía más sencilla si no se tienen suficientes pruebas.
Como ves, no es tan raro ser víctima de estas técnicas, ya que, aunque la competencia desleal es una práctica perseguida por la Ley, son muchas las empresas que se arriesgan, practicándola para dañar a sus competidores.
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