Los complementos salariales son un concepto muy común dentro del ámbito laboral. Sin embargo, no todo el mundo conoce al detalle qué son exactamente y cuál es la regulación que, como norma general, se les aplica. Por este mismo motivo, en este artículo vamos a aclarar esta cuestiones. ¡Vamos allá!
¿Qué son los complementos salariales?
En España, el dinero que un trabajador recibe a cambio de la realización de sus tareas se divide, en esencia, en dos partes. La primera de ellas es el salario base, que es una cantidad de dinero que, mes a mes, no varía. La segunda son los complementos salariales que, a diferencia de la anterior, sí puede variar mes a mes y de trabajador en trabajador. Aquí, por cierto, intervienen las circunstancias personales o bien el trabajo realizado o los resultados obtenidos.
Se encuentran regulados tanto en el Estatuto de los Trabajadores como, en su caso, en el convenio colectivo del sector de que se trate. Por otro lado, en cuanto a su reflejo en el registro salarial, no es necesario recogerlo específicamente, sino que basta con incluir el salario medio de los trabajadores del sector por jornada.
En todo caso, hay que tener cuidado y no confundirlos con:
- Complementos no salariales o extrasalariales: son aquellos pagos que pueden variar de mes a mes y que no componen el salario de un empleado (que es solo salario base + complementos salariales), sino que se entregan en concepto de pago extraordinario por indemnización, dieta o abono por pago. Son, en definitiva, percepciones no salariales.
- Retribución flexible: aquella que permite al trabajador dividir la forma en la que percibe su salario entre dinero y otros servicios o bienes. Es, por tanto, una manera de ser pagado y no un añadido variable al salario, como sí son los complementos.
Criterios aplicables
En general, a la hora de justificar la existencia de complementos salariales en el pago de un trabajador, debe concurrir alguna de las siguientes circunstancias:
- Antigüedad: determinados trabajadores pueden recibir complementos si acumulan muchos años en una misma empresa.
- Paga extra: la entrega de la paga extra (prorrateada o no) puede considerarse como un complemento salarial.
- Reparto de beneficios: si una empresa decide repartir sus beneficios entre los empleados, estos serán considerados como complementos.
- Circunstancias de trabajo especiales: si un puesto de trabajo tiene alguna de las siguientes características, pueden compensarse con complementos:
- Nocturnidad: que el trabajo se desarrolle de noche.
- Toxicidad: que se tenga contacto con sustancias tóxicas.
- Turnicidad: que el turno vaya variando cada cierto tiempo.
- Penosidad: si implica un esfuerzo constante, dificultoso y aflictivo.
- Peligrosidad: que se desarrolle en entornos considerados peligrosos.
Tipos de complementos salariales
Una vez comprendido el concepto en sí, es posible pasar a hablar de los diferentes tipos que pueden encontrarse en la ley. Así, entre otros, puede hablarse de:
- Los consolidables y los no consolidables: los primeros hacen referencia a la situación personal y concreta del trabajador, pues es esta la que justifica su recepción. Los segundos son los que están ligados concretamente al puesto de trabajo de que se trate en cada caso.
- Los económicos y los en especie: los primeros consisten en el pago de una cantidad de dinero contante y sonante, mientras que los segundos tienen forma de beneficio o servicio que, aunque es transformable en dinero de forma hipotética, tienen la forma de seguros de salud, cheques restaurante, formación, permiso de teletrabajo o, en general, cualquier otro beneficio para el trabajador.
En lo que refiere a la tributación de los diferentes tipos de complementos salariales, lo cierto es que la regulación es profundamente compleja. Sin embargo, como norma general, puede decirse que tributan en el IRPF como parte del salario, esto incluye los complementos en especie, que deberán ser transformados en dinero. La empresa, por tanto, deberá realizar las retenciones oportunas.
Las ventajas de los complementos salariales
Ahora bien, más allá de todo lo que hemos dicho hasta este punto, cabría discutir cuáles son los beneficios propios de los complementos salariales.
En primer lugar, está demostrado que son clave para elevar la moral de los trabajadores y una forma perfecta de recompensar la valía y el esfuerzo demostrado, lo que revierte en un buen desempeño laboral.
Los complementos salariales ofrecidos por las empresas varían mucho en función del sector, por eso es importante conocer qué ofrece la competencia, ya que ayudan a la retención de talento y son uno de los aspectos que más peso tienen a la hora de elegir entre dos ofertas de trabajo similares.
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