Si tienes una empresa, seguro que te has dado cuenta de lo importante que es proteger la información que manejas. Los datos de tus clientes, de otros empleados o la información referente a tus proveedores son variables de gran valor para tu negocio, ya que te diferencian de la competencia y te aportan una posición única en el mercado. Por eso, todas las personas que tengan acceso a la información de valor referente a tu empresa deben de estar informadas de sus obligaciones y derechos. Los acuerdos de confidencialidad son una herramienta tremendamente útil para esta tarea.
Desde Consulpyme queremos informarte sobre cómo puedes utilizar los compromisos de confidencialidad con tus empleados para proteger la información de tu empresa y la de tus clientes, así como para respetar el RGPD y la LOPD.
Compromiso de confidencialidad y protección de datos
Aunque una gran parte de los datos que gestionan hoy en día las empresas esté digitalizada y protegida tecnológicamente, también es conveniente proteger nuestra información mediante mecanismos legales. Para ello existe el compromiso de confidencialidad.
Si tenemos en cuenta el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y también la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) podríamos definirlo como la obligación de los trabajadores de guardar el secreto de los datos de carácter personal (datos de clientes, de otros empleados, potenciales clientes, proveedores, etc.) que conozcan por sus funciones laborales.
Esta obligación implica que tus empleados, en caso de firmar el compromiso de confidencialidad, no podrán difundir, comunicar a terceros o revelar de cualquier forma o medio (ya sea oralmente, de forma escrita o por medios digitales) datos que los demás no deban saber. Ni siquiera a compañeros que no necesitan conocer la información para desempeñar sus tareas laborales.
Cumplir con el RGPD y la LOPDGDD
¿Y por qué deberían tus trabajadores firmar este documento? Pues bien, según el RGPD los principios de integridad y confidencialidad deben de ser respetados por las organizaciones y empresas, garantizando que el tratamiento de los datos no es objeto de operaciones no autorizadas o ilícitas, sin causar daño accidental a la persona afectada por estas operaciones.
Igualmente, la LOPDGDD también regula directamente este deber de las empresas. En su quinto artículo, dispone que los trabajadores que traten datos tienen el deber de confidencialidad y que este es complementario y no sustituto del secreto profesional. También aclara que el deber de confidencialidad no se extingue una vez finalizada la relación laboral, lo que se traduce como una obligación para toda la vida.
Hacerlo cumplir es tu obligación
Como empresa, también debes informar a tus trabajadores de la importancia que tiene proteger los datos confidenciales, y que en caso de no hacerlo, estarían vulnerando el RGPD.
Pero para que un compromiso de confidencialidad tenga valor legal y jurídico debe contener ciertos requisitos y especificaciones. Por eso, invertir en un buen servicio de protección de datos que incluya la redacción personalizada de este texto es una gran manera de cuidar tu negocio.