PRL y teletrabajo: riesgos y buenas prácticas

La prevención de riesgos laborales ha tomado un nivel de importancia nunca esperado en las empresas a nivel global. Desde hace más de un año el teletrabajo se presentó como herramienta para no cesar la actividad económica, por lo menos en los negocios que podían adaptarse a esta modalidad. Es cierto que el teletrabajo supone una gran reducción del riesgo de contagio de la COVID-19, pero a su vez, puede tener consecuencias negativas en la salud del trabajador.

Recientemente se ha aprobado la Ley de Teletrabajo, donde se puede ver la creciente importancia de la prevención de riesgos laborales. Las sanciones más cuantiosas que se contemplan en la nueva ley son en relación a esta materia. Por eso desde Consulpyme queremos recordar que la obligación de contar con un plan prevención de riesgos laborales es también extensible al escenario del teletrabajo.

Ahora que la modalidad de empleo a distancia y su prevención de riesgos está regulada, debemos saber que el empresario tiene que garantizar que se cumplen las medidas de PRL. Por eso, en el caso de los teletrabajadores, hay que evaluar y comprobar las condiciones de trabajo en sus casas. Como las empresas son las responsables de velar por la seguridad y salud de sus trabajadores, existe la obligación de minimizar los riesgos también en el domicilio del trabajador. 

Los aspectos esenciales a cumplir por parte de las empresas son las siguientes:

Gracias a la aplicación de esas medidas se puede evitar problemas en la salud del teletrabajador. Los principales riesgos de este tipo de puestos son los trastornos musculoesqueléticos, como rigidez en el cuello, dolor lumbar o de espalda.

También la fatiga visual, que se traduce como sequedad y enrojecimiento de los ojos, acompañada de la fatiga mental, la cual provoca dolores de cabeza que se podrían incluso cronificar. 

Otro de los problemas derivados del teletrabajo es el peligro de aislamiento, afectando en este caso la salud mental del trabajador. Hay que recordar que actualmente más de la mitad de las bajas laborales son debidas a problemas de salud psicológica. 

Tampoco se pueden obviar los factores ambientales como la falta de luz natural o el sedentarismo provocado por las horas de trabajo sin ponerse de pie. Esto afecta al bienestar del trabajador, teniendo consecuencias en el desarrollo de sus tareas.

Algunas buenas prácticas para que el puesto de teletrabajo cumpla con la prevención de riesgos laborales son habilitar un espacio exclusivo para la tarea del teletrabajo en el hogar. Este espacio debe contar con luz natural para evitar la fatiga ocular. También con buena ventilación para poder regular la temperatura del lugar ayudando al teletrabajador a sentirse cómodo. Para evitar distracciones innecesarias, cuanto menos ruido, mejor. Los factores ergonómicos también son clave para minimizar la posibilidad de sufrir problemas musculoesqueléticos, y así, mantener la productividad y reducir el estrés. 

Para evitar el aislamiento social y profesional que puede implicar el teletrabajo es importante planificar eventos o reuniones donde se den dinámicas de sociabilización. El objetivo es no perder el vínculo de los trabajadores con la empresa ni con el resto de sus compañeros. 

Igualmente, para evitar los factores de estrés es importante respetar la privacidad del trabajador y que la jornada laboral esté delimitada temporalmente. 

Aplicar buenas prácticas es esencial para minimizar los posibles riesgos del puesto de trabajo, pero la mejor manera de proteger a tus empleados y tu empresa es invertir en un plan de prevención de riesgos laborales adecuado a tus necesidades.