La figura del Delegado de Protección de Datos, conocida popularmente como DPO (en inglés, Data Protection Officer), constituye uno de los elementos claves del RGPD, y un garante del cumplimiento de la normativa de la protección de datos en las organizaciones, sin sustituir las funciones que desarrollan las Autoridades de Control.
Perfil
Puede ser una figura interna o externa, persona física o jurídica. Sin ser jurista, deberá contar con conocimientos especializados en derecho, y obviamente en protección de datos. Deberá tener autonomía, los recursos necesarios y acceso total a los datos y tratamientos. Y es esencial que cuente con independencia, sin recibir instrucciones, ni será sancionado por el desarrollo de sus funciones.
Según el Reglamento y el Proyecto de Ley de LOPD, solo será obligatorio tener un Delegado de Protección de Datos (DPO) en ciertas empresas:
- En autoridades y organismos públicos.
- Cuando se realice el tratamiento a gran escala de datos sensibles.
- En colegios profesionales y sus consejos generales.
- En centros docentes que ofrecen enseñanza y en las universidades públicas y privadas.
- Las empresas que prestan servicios de la sociedad de la información cuando elaboren a gran escala perfiles de los usuarios del servicio.
- Las entidades de ordenanza, supervisión y solvencia de entidades de crédito.
- Los establecimientos financieros de crédito.
- Las entidades aseguradoras y reaseguradoras.
- Las empresas de servicios de inversión.
- Los centros sanitarios legalmente obligados a guardar historiales clínicos de los pacientes.
- Las entidades que tengan como uno de sus objetivos la emisión de informes comerciales que puedan referirse a personas físicas.
- Las operadoras que desarrollen la actividad del juego mediante los canales electrónicos, informáticos, telemáticos o interactivos.
- Quien desarrolle actividades de seguridad privada.
- Los distribuidores y comercializadores de energía eléctrica y gas natural.
- Las entidades responsables de ficheros comunes para la evaluación de la solvencia patrimonial y de crédito o de los ficheros comunes para la gestión y prevención del fraude, incluidos los responsables de los ficheros de prevención de blanqueo de capital y de la financiación del terrorismo.
- Las entidades que desarrollen actividades de publicidad y prospección comercial, las de investigación comercial y de mercados, cuando se lleven a cabo tratamientos basados en las preferencias de los afectados o se realicen actividades que impliquen la elaboración de perfiles de los mismos.
En el resto de casos, las empresas, aunque sin la obligación de esta figura, siguen con la responsabilidad de realizar un tratamiento correcto de los datos.
Funciones
Su labor está regulada en el artículo 39 del RGPD:
- Informar y asesorar al responsable o al encargado y los trabajadores sobre las obligaciones que impone la normativa de protección de datos.
- Supervisar el cumplimiento de la normativa.
- Asesorar respecto de la evaluación de impacto relativa a la protección de datos.
- Cooperar con la autoridad de control.
- Actuar como punto de contacto para cuestiones relativas al tratamiento.
Para todo ello, el DPO deberá utilizar herramientas que puedan ayudarlo a administrar estos procesos de seguridad y lograr el cumplimiento de RGPD. En todo caso, partiendo del desafío que supone el aumento de las amenazas para cualquier organización, su responsabilidad principal es garantizar que la compañía mejore continuamente la protección de datos.
La LOPD tipifica como infracción grave el incumplimiento de la obligación de designar un DPD, con sanciones que pueden alcanzar multas de 10 millones de euros, o una cuantía equivalente al 2 % del volumen de negocio total anual global del ejercicio financiero anterior. Pero, además, no basta con disponer de esta figura, sino que también ha de demostrar su capacidad mediante buenas prácticas, ya que si se determina que una empresa ha sido negligente en una violación de la privacidad de los datos y no se contó con un DPO adecuado, la compañía también podría recibir una sanción o una multa grave.
En resumen, si necesitas ayuda en cuanto al tratamiento de los datos que manejas en la empresa, su experiencia y sus conocimientos puedes resultar vitales.