Comparativa: asistente a la conducción, avisador, detector e inhibidor de radares

En los últimos años, el mercado de los servicios para los conductores ha evolucionado muchísimo. Pero, ¿qué soluciones existen en el mercado?, ¿todas las soluciones son legales?, ¿nos informan de lo mismo?

A continuación, vamos a repasar cada una de las categorías y qué tipos de radares detectan cada uno de estos productos. 

Estos aparatos necesitan una instalación muy compleja y costosa. En España son raras las empresas que se quieran arriesgar a vender e instalar este tipo de dispositivos debido a que no son soluciones legales y existe una legislación muy represiva sobre este tipo de aparatos. Estos productos son caros y conllevan incluso un aspecto delictivo en la compra. Su funcionamiento se basa en bloquear la señal del radar evitando así que pueda medir la velocidad a la que circula el coche.

Existen dos tipos de inhibidores, los inhibidores de radares de onda y los de radares láser. 

En este caso el dispositivo instalado en tu coche no bloquea la señal del radar, sino que emite ondas por medio de una antena, que al “chocar” con las emitidas por el radar emite una señal de aviso sonoro que previene al conductor del vehículo de la presencia de un radar.

Los detectores de radares requieren de instalación ya que la antena tiene que ir escondida en el coche.

Existe una gama muy amplia de detectores, desde los más básicos por unos 500 € a los más sofisticados cuyo precio puede alcanzar más de 2.000 €.

A pesar de la regulación de 2014 que prohibió el uso de los detectores de radares en España, estos aparatos siguen siendo fáciles de adquirir e instalar. Eso sí, si viajas al extranjero con un detector de radares instalado en el vehículo, debes tener mucho cuidado. En la mayoría de los países europeos la posesión de un detector está duramente penada por la ley de tráfico. Este tipo de soluciones son capaces de detectar los radares fijos y radares móviles de onda, sin embargo, los radares como los veloláser cada vez más famosos y utilizados por la DGT no se pueden detectar con los detectores de radares.

A diferencia de los detectores, los avisadores no tienen antena. Funcionan utilizando un receptor GPS incorporado en un pequeño aparato y una base de datos de coordenadas geográficas almacenada en la memoria. Esta base de datos interpreta la información GPS y si se aproxima a la posición de un radar, manda un aviso, normalmente sonoro, al conductor por medio de un aparato que se coloca en el vehículo.

En un sistema bastante simple pero que requiere de una actualización permanente de la base de datos para que el servicio sea fiable y de calidad. Está actualización se suele hacer descargando la base de datos del proveedor del servicio desde un ordenador. Eso sí, estos dispositivos son totalmente legales en España.

Estos aparatos avisan de todos los radares que el fabricante haya incorporado en su base de datos, que suelen ser radares fijos, radares de semáforo, radares de tramo y cámaras de cinturón y uso del teléfono móvil, aunque estos últimos muy pocos avisadores los incluyen.

Esta categoría de dispositivos es probablemente la menos conocida, pero es de lejos la más revolucionaria y completa del mercado. Al igual que los avisadores, los asistentes de ayuda a la conducción son 100% legales. La principal diferencia con los avisadores de radares es que estos aparatos incluyen además de la información sobre la ubicación de radares, información sobre el tráfico, el estado de la carretera, límites de velocidad y en algunos casos hasta navegación GPS.

Estos dispositivos disponen de conectividad en tiempo real ya que incorporan una tarjeta SIM de datos, por lo que para actualizarlos no es necesario enchufarlos a un ordenador ya que se hace de forma automática. Y además permite a los usuarios comunicarse entre ellos. 

Dentro de esta categoría están los dispositivos Coyote, que se desmarcan por ofrecer las mejores alertas en tiempo real sin necesidad de actualizaciones manuales. En Coyote, hay un equipo de personas dedicado exclusivamente a velar por la calidad del servicio que actualiza diariamente la base de datos de alertas “permanentes” tales como radares (radares fijos, radares de tramo, radar de semáforo y radar de cinturón y móvil), zonas de área de prioridad residencial, zonas frecuentes de accidentes,… ; para ello revisan a diario las fuentes oficiales de información como la Dirección General de Tráfico, Trafikoa, el Servei Català de Trànsit y rastrean los nuevos radares colocados por los diferentes ayuntamientos. Además, y no menos importante Coyote está formado por una comunidad de usuarios comprometida, que permite que entre todos los usuarios el servicio ofrezca siempre la mejor y más fiable información en tiempo real.

Por otro lado, recordar que Coyote es un servicio 100% legal, que no requiere instalación, muy sencillo de usar y que incorpora bluetooth y reconocimiento de voz para que puedas usarlo de forma segura al volante. De nada sirve un complejo mecanismo con miles de opciones si estas son difíciles de ejecutar. Por ello los dispositivos Coyote son sencillos, en los que interpretar las alertas y leer los datos se puede realizar de forma fácil y rápida, y por supuesto sin ningún tipo de publicidad.

Y además, Coyote ofrece a sus usuarios otros servicios como Mis Estadísticas para que conozcas todos tus hábitos al volante (kilómetros recorridos, tiempo en atascos, alertas declaradas, etc). Y si tienes cualquier duda o problema con el servicio hay disponible un servicio post venta de calidad y cercano, que siempre está a disposición de los clientes.

Una vez analizados todos los sistemas disponibles podemos afirmar, que tanto los inhibidores como los detectores, además de estar prohibidos por ley y ser su instalación costosa, son sistemas que están muy lejos de ofrecernos una eficacia absoluta en la detección de radares dejando lagunas importantes y falsos avisos. La opción más efectiva y 100% legal son los avisadores de radares como Coyote que incorporan una tarjeta SIM.