El renting de equipos informáticos, cada vez más popular

A la hora de abrir una empresa o algún tipo de negocio, no se pueden obviar las facilidades y las comodidades que la tecnología puede incluir en el trabajo que se va a desarrollar. Pero lo cierto es que conseguir disponer de todo el material que es necesario para el día a día puede ser complicado, especialmente para tu bolsillo. Es por eso que el renting de ordenadores está cada vez más presente.

El tipo de renting tecnológico incluye el renting de impresoras y de todo tipo de hardware, pero también se puede recurrir al renting de software. Toda esta tecnología se puede incorporar a tu empresa a través de un contrato con la empresa proveedora de servicios a la que tendrás que abonar una cuota fija.

Lo habitual es que no se disponga únicamente de herramientas y dispositivos por el periodo que se haya pactado. Es frecuente que también se incluyan en los contratos los servicios de mantenimiento, los seguros y otro tipo de gestiones que te cubran cualquier inconveniente que pueda surgir.

Hay muchas modalidades de renting, variando de la misma forma que la nueva economía varía. Por ejemplo, dentro del renting tecnológico se suele contemplar la posibilidad de comprar de forma definitiva una vez haya finalizado un periodo previamente estipulado. Cuando se hace referencia a dispositivos que tienen un coste elevado, esta puede ser la solución más rentable para tu empresa.

Si por algún casual ya estás pensando en si te resultaría beneficioso o no alquilar todo el equipo informático que necesitas en lugar de realizar adquirirlo en propiedad, lo mejor es que eches un vistazo a las ventajas que ofrece.

1. La primera es la más obvia de todas. Para una pequeña o mediana empresa hay muchos gastos en la fase inicial de montar el negocio. El equipo informático no es precisamente barato. Por este motivo, optar por el renting tecnológico en lugar de comprarlo en propiedad puede suponer un importante ahorro.

2. De sobra es conocido que la tecnología tiene el conocido como grado de obsolescencia. Cada poco tiempo surgen nuevos modelos, nuevas funcionalidades o nuevas herramientas que funcionan mejor o más rápido que sus predecesores. Un contrato de renting te puede asegurar trabajar siempre con los equipos que están más a la vanguardia. Esto te evita el problema de tener que seguir con equipos anticuados porque no puedes invertir en su renovación.

3. Ahorrarás en recursos. Y no solo a nivel económico. La gestión informática necesita contar con especialistas en la materia. Con un contrato de este tipo puedes confiar a la empresa el mantenimiento de los equipos. Si algún dispositivo se daña, o tienes algún problema de funcionalidad, únicamente te tienes que poner en contacto con la empresa para que se ocupe de solucionarlo. Además, este gasto no es un inmovilizado, no se contabiliza como deuda ni aparece en el balance de la empresa.

4. Te permite una mejor planificación. El hecho de asignar una cuota fija a un gasto que es periódico, supondrá que tus gestores económicos, al no ser un gasto que vaya a modificarse, puedan realizar una planificación de los gastos mucho más ajustada.

No son las únicas ventajas que ofrece este tipo de renting. También hay determinadas ventajas fiscales que te pueden dar una alegría a la hora de realizar la declaración de la renta.

1. Impuesto de sociedades. Las cuotas mensuales que pagarás por el alquiler de los equipos son deducibles en su totalidad. Esto es debido a que computa como un gasto de la propia empresa.

2. El IVA. Tu empresa también se podrá desgravar el 100 % del IVA en cada trimestre, ya que los pagos se realizan en concepto de arrendamiento. Si optaras por comprar en lugar de alquilar, esa deducción solo te la podrían realizar una vez.

3. Gastos e ingresos. Como están en la modalidad de alquiler, los dispositivos tecnológicos no van a estar dados de alta como activos de la empresa. Esto hace que haya una mejor rentabilidad sobre activos, lo que beneficia el ratio contable. Los pagos de las cuotas son gastos externos, por lo que no influyen en el pasivo del balance.

Cuando vayas a plasmar la firma en el contrato, tienes que tener en cuenta una serie de premisas.

Un sabio dijo una vez que es importante conocerse a uno mismo, algo que se puede aplicar a este tipo de renting. Antes de firmar, tienes que discernir qué es lo que realmente necesitas para desarrollar tu actividad. De esta manera, conseguirás evitar contratos que no se ajustan completamente a tus demandas.

También es importante que tengas en cuenta la flexibilidad. Esto hace referencia al aspecto de la obsolescencia tecnológica, que te permitan renovar los equipos cuando sea necesario. Y no está de más que esto quede reflejado por escrito para ahorrarte sorpresas llegado el momento. Otro punto importante que deberías plantearte incorporar al contrato es la posibilidad de incorporar más equipos en momentos de crecimiento, o reducirlos en momentos de un menor volumen de trabajo.

Todo esto se traduce en que tienes que revisar el contrato que vas a firmar para no dejar nada a la improvisación o a la interpretación. Concreta también los tiempos de duración, la rapidez de los trámites o los servicios adicionales que necesitas, como el seguro o el mantenimiento.

Un aspecto que a muchas empresas se les escapa es que el proveedor de los equipos es recomendable que sea independiente de las marcas. Esto te ofrecerá la posibilidad de equiparte con los sistemas que tú elijas, y que no sean impuestos.

Analiza muy bien los proveedores para elegir aquel que se ajusta a tus necesidades. No todos son aptos para todas las empresas. Algunos exigen cantidades mínimas de renting o realizan una gran cantidad de estudios de viabilidad financiera que hacen difícil este sistema.

El renting de ordenadores es un concepto que cada vez está más de moda. Ahora ya lo conoces un poco más y sabes qué es lo que puede ofrecerte y qué ventajas te puede aportar o no.