El evento en vivo, la más potente herramienta de marketing

El evento tradicionalmente ha sido considerado una convocatoria en la que comunicar los resultados del último año, y también anunciar los cambios y ajustes, incluyendo la presentación de nuevas incorporaciones. Cómo no, con un evento se ha experimentado la mejor forma de celebrar aniversarios, logros, premios, y las tradicionales comidas y cenas de empresa. Y es que las empresas somos personas, y por mucha tecnología, skype, redes e informes que se utilicen no hay nada como el verse, el compartir y departir y el dejarse también remover y convencer.

Para una simple reunión de trabajo, el hecho de salir de la oficina y “que nos dé el aire” ya aporta beneficios. Te permite tomar perspectiva, distancia, y ganar en concentración y confianza que aporta el ambiente distendido, para compartir lo mejor de uno mismo, su creatividad e ideas.

En todas las empresas necesitamos trasladar un mensaje en cada momento para provocar una respuesta, mejorar el clima de trabajo, la comunicación entre nosotros, animar y generar una actitud positiva. Decidirse por convocar un evento es plantear el escenario y entorno a propósito para motivar a los compañeros y hacer crecer a la empresa. Durante el evento tenemos tiempo de plantear nuestros mensajes con toda una estrategia comunicativa, diseñando diferente información para cada canal: los espacios arquitectónicos, sí también la arquitectura es un lenguaje muy elocuente, la sala, la ciudad que habla de valores y objetivos empresariales, recursos como la luz, vídeos, imágenes, músicas, experiencias, presentadores, artistas, mobiliario, montaje, tecnología y recursos sensoriales, actividades de ocio constructivo en equipo, teambuilding, deportes cooperativos, retos y desafíos, visitas culturales, experiencias exclusivas… todo en función de quiénes somos, dónde estamos y cuál es nuestra Misión y Visión de futuro. En definitiva, el destino y las actividades complementarias pueden y deben ayudar a afianzar los contenidos y objetivos. Es lo que se llama el retorno de la inversión en un evento, sin duda asignatura obligatoria para los profesionales de la organización de eventos.

Si el evento con personal interno es más que eficaz, imagina lo que puedes lograr convocando a clientes a los que quieres premiar, fidelizar o nada más y nada menos que conquistar. Va a ser lo mismo enviar un catálogo, hacer una llamada, una visita… que vivir una experiencia en un Museo por la noche con una música en vivo, o cenar en un palacio un menú de época, o subir a tejados y tribunas de catedrales, o escuchar instrumentos antiguos en sinagogas y mezquitas medievales, o compartir la aventura de volar en globo… inolvidable, memorable, emocionante, electrizante… como tu marca, como tu empresa, como tu producto. El evento en vivo la mejor inversión. Ahí lo tienes. Todo tuyo.