Cada día en España la demanda de sistemas de
fuentes de agua y dispensadores de agua crece a pasos agigantados. Sus múltiples ventajas aunadas a su bajo costo prácticamente los ha convertido en una necesidad en casas, oficinas y sitios de trabajo.
De acuerdo a fuentes oficiales, el agua que llega a tu casa es potable, pero ¿qué supone que el agua sea potable? Podemos afirmar que el agua potable es aquella apta para el consumo humano. Dicho en otras palabras, es un agua que no entraña peligro para tu salud.
Todo esto suena muy bien, pero ocurre que algunas veces, y con mayor frecuencia en ciertas localidades, el agua que llega a través de la red trae olores o algún sabor desagradable. Peor aún, en algunos casos, en el agua se ha detectado la presencia de microorganismos que eventualmente podrían comprometer tu salud. Es por ello que cada vez se hace más frecuente, tanto en casas como oficinas y sitios de trabajo, la adquisición de un sistema de suministro de agua potable que garantice los más altos niveles de calidad de la misma.
Hoy en día, cuentas con diversas opciones para disponer de agua de máxima calidad. En todo momento y siempre a la temperatura ideal. Ello, sin duda, supondría una notable mejora de tu calidad de vida y las condiciones de trabajo. Es bien sabido que sabes mejorar las condiciones de satisfacción y bienestar del trabajador, redunda indefectiblemente en un aumento en la productividad porque está demostrado que un empleado bien hidratado se siente mejor y rinde mucho más.
A nivel comercial existen dos sistemas de suministro de agua: los dispensadores de agua de botellón o depósito y las fuentes de agua conectadas a la red, habiendo a su vez dentro de cada tipo una gran variedad de opciones.
Dispensadores de agua de botellón
Un dispensador de agua de botellón es, dicho en pocas palabras, un dispositivo que nos provee de agua para beber. En estos equipos el agua se almacena en botellones o bidones, requiriendo eventualmente la reposición de los mismos una vez vaciados. Este sistema tiene la ventaja que el cliente puede comprar los botellones de agua al proveedor que más le guste o le convenga. Es importante señalar que algunos modelos de estos dispensadores de agua tienen el valor añadido de poder enfriar o calentar el agua a gusto del usuario.
En términos de mantenimiento, los dispensadores de agua de botellón son poco demandantes, requiriendo cada 6 meses de tareas básicas de higienización
Los dispensadores de agua de botellón presentan algunas desventajas. Por ejemplo, la calidad del agua depende exclusivamente del proveedor de la misma y esta puede verse afectada por diversos factores como el mal almacenamiento o fallas en la higiene de los botellones causando olores y sabor desagradable.
En le caso del dispensador con botellón, nos vemos obligados a adquirir, periódicamente, cierto número de botellones llenos, aumentando ostensiblemente esta cantidad si se trata de un sitio de trabajo, pudiendo ser muy costoso en el medio y largo plazo. Esto también crea la necesidad de disponer en tu casa, oficina o sitio de trabajo de un espacio para el almacenamiento, tanto de los botellones de reposición como los vacíos, lo cual sin duda genera incomodidad.
Pero quizá la más importante de las desventajas por sus implicaciones sea esta que tiene que ver con el tema de la insalubridad. Los dispensadores de botellón tienen un grifo que eventualmente pudiese estar contaminado con bacterias, mohos y hongos, pudiéndose comprometer seriamente la salud de los usuarios. Este mecanismo también es susceptible a contaminarse con agentes patógenos que pudiesen estar presentes en el trabajo como el norovirus, causante de la gastroenteritis.
Fuentes de agua conectadas a la red
A diferencia del dispensador de botellón, que requiere del suministro periódico de agua y te brinda el agua del proveedor de turno, la fuente conectada a la red, además de ofrecer agua permanentemente, cuenta con un sistema integrado de filtrado y purificación de agua.
Estos equipos, para el tratamiento del agua, pueden contar con el proceso de ósmosis inversa y el de filtración.
Ósmosis Inversa
El proceso de ósmosis inversa se basa en el paso del agua a través de una membrana semipermeable que tiene la capacidad de retener y eliminar moléculas, iones y partículas más grandes que pudiesen estar presentes en el agua, purificándola y eliminando sabores y olores indeseables.
El proceso de ósmosis inversa es el tratamiento más completo y efectivo que se le puede hacer al agua.
El mantenimiento de los equipos de ósmosis inversa consiste en el cambio de filtros cado 8 a 12 meses, dependiendo de su uso, mientras que la membrana ha de ser cambiada cada 24 meses.
Por su parte el proceso de filtrado, y como su nombre lo indica, supone el paso de agua a través de filtros reteniendo impurezas, metales y partículas disueltas en el agua y otorgándole a agua un sabor y olor agradables.
La diferencia fundamental entre los procesos de ósmosis inversa y la filtración es la membrana semipermeable. La ósmosis inversa es el único sistema que purifica el agua mediante su paso a través de la membrana. En cambio, la filtración trabaja con filtros cuya función se limita a la retención de los sólidos existentes en el agua.
Las fuentes de agua conectadas en la red pública son una solución muy apreciada ya que son muy económicas. Si bien inicialmente la adquisición de un sistema de fuente de agua conectada a la red pudiese más costosa que una de botellón, en el corto plazo esto se revierte, ya que siempre será más barata el agua de la red que la de botellón.
En el caso de las fuentes conectadas a la red, puedes tener la absoluta seguridad que dispondrás de agua ilimitada sin depender de proveedores. La instalación de estos equipos es muy rápida sencilla y, dependiendo del modelo, pueden contar con agua fría o caliente.
En virtud de todo lo anterior y sopesando factores tan importantes como salubridad, eficiencia y economía, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que dadas sus grandes ventajas sobre otros sistemas, la mejor opción a elegir si requieres de fuentes de agua, es sin duda el dispensador conectado a la red con el proceso de purificación por ósmosis inversa.