Gestión del talento: la clave para una empresa más competitiva

La correcta gestión de los recursos de una empresa no puede pasar por alto uno de sus aspectos más importantes: sus recursos humanos. Detectar carencias, lograr la adecuada motivación o evaluar sus desempeño laboral son algunos de sus puntos clave.

Veamos más en detalle en qué consiste la gestión de talento de una empresa.

Podemos decir que la gestión de talento humano es la estrategia diseñada desde Recursos Humanos para atraer, motivar, potenciar y retener a la plantilla de la empresa. El objetivo es obtener lo mejor de cada empleado para contribuir, conjuntamente, al crecimiento del negocio y hacerlo más competitivo. De esta manera, lo que buscamos es lograr un equilibrio entre metas puramente empresariales con un enfoque humano y un desarrollo personal y profesional del equipo de trabajo.

Por ejemplo, en una pyme tecnológica, el éxito o el fracaso será el resultado de una suma de los diferentes departamentos, que pueden ser muy distintos entre sí. Está el equipo comercial, el desarrollador del producto, pero también la directiva o los empleados con funciones meramente administrativas y transversales. El nexo de unión es la capacidad de los Recursos Humanos para gestionar y canalizar eficazmente todo ese talento individual.

Formar una plantilla que reúna ciertas características de calidad y orientada a un sector en concreto no es nada sencillo. Por eso, muchas corporaciones optan por hacer un mix entre el talento interno y externo, ¿en qué consiste esta distinción en la gestión del talento?

El equipo de profesionales que forma parte de nuestra empresa puede sentirse desorientado o desmotivado si les estamos cambiando continuamente de objetivos y protocolos de actuación. Además, en muchas ocasiones, vamos a necesitar nuevas habilidades o talento que intentaremos encontrar en la plantilla, aunque no haya experiencia en ello. Es indudable que un negocio ha de ser flexible con el paso del tiempo y adecuarse a los cambios en el mercado de consumo pero, ¿hasta qué punto se lo podemos exigir al personal que fue contratado para otra cosa?

Para superar las limitaciones que tiene contar una plantilla muy especializada, los responsables de recursos humanos pueden acudir al talento externo. Esto significa buscar nuevos colaboradores fuera de la plantilla habitual, de manera que contemos con ellos de forma puntual. Además, otra ventaja de estos contratos es que son más rápidos y fáciles de obtener, ya que podemos acudir a negocios que tienen una base de datos con profesionales disponibles, de todo tipo.

Todos los procesos incluidos en la gestión del talento humano comprenden, como mínimo, alcanzar los siguientes objetivos:

Para lograr estos objetivos existen múltiples técnicas y procedimientos, como puede ser la realización de encuestas anónimas de satisfacción periódicas para tener una perspectiva del ambiente que se respira en la oficina o la visión que tienen nuestros clientes de la marca. Esto nos ayudará a mejorar o sustituir procesos que no estaban funcionando bien, detectar posibles casos de burnout antes de que sea demasiado tarde, etc.

Según un estudio de Ionos, los empleados que se sienten más comprometidos con la empresa son más eficientes y logran aumentar los beneficios del negocio en torno a un 10 %. Pero, ¿cómo lograr ese compromiso? Aquí es donde entran en juego las evaluaciones de desempeño y las herramientas de motivación como pueden ser los bonus, la incorporación de nuevas responsabilidades, etc.

En definitiva, la gestión del talento en una organización es la clave para lograr mayor competitividad, ya que consigue empleados más comprometidos y, por tanto, más productivos. Esta gestión se puede realizar identificando y abordando necesidades, conociendo a la plantilla y al cliente o proporcionando formación que permita a los empleados hacer frente a los nuevos desafíos.

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