¿Sabías que el 94% del público recuerda, pasado un año, la marca que le obsequió con algún producto promocional?
- Los regalos publicitarios no se perciben como publicidad, tienen un mayor impacto en el tiempo y aumentan el recuerdo de marca.
- Un regalo que se concibe como diferente y útil ayuda a diferenciarse de la competencia y da personalidad a la marca.
Aunque el regalo promocional siempre ha sido una opción, incluso en los últimos años parecía haber perdido fuelle entre las compañías, los recientes estudios posicionaron esta alternativa como una de las que más impacto final consigue en el consumidor.
Según la Asociación de Merchandising Promocional del Reino Unido, el 94% de los encuestados recordaban, pasado un año, la marca que les obsequió con algún producto promocional, siendo un 79% de ellos quienes reconocían que volverían a esa marca sin duda alguna para comprar sus productos o servicios. Es más, en sus estudios se observa cómo incluso una persona estaría dispuesta a cambiar de marca con tal de conseguir un regalo.
“Negar que lo regalado o lo gratuito impacta de forma positiva tanto en los trabajadores de una compañía como en su público objetivo, es negar el propio marketing” comentan desde HidalPromo.
Hay regalos tradicionales que pueden ser utilizados durante años, pero cada vez están más de moda regalar productos tecnológicos que faciliten el día a día como baterías móviles, relojes inteligentes y productos digitales para nuestro ocio.
Los regalos promocionales no son percibidos como publicidad
Según los cálculos de los expertos, una persona está sometida a unos 3000 impactos publicitarios cada día. Quizás por eso los estudios sobre la percepción publicitaria revelan que 9 de cada 10 consumidores declara estar harto de tanta publicidad y, a día de hoy, las agencias publicitarias digitales tratan de encontrar una solución a la popularización de los bloqueadores de anuncios que cada vez más usuarios instalan en sus navegadores web.
El consumidor final no se para a pensar en que los ingresos publicitarios financian publicaciones, retransmisiones, eventos, etc. Para los potenciales clientes la publicidad estorba, molesta y obstaculiza y cabe esperar que una parte de ese sentimiento negativo se acabe transfiriendo a la marca que interrumpe su programa favorito o la lectura de su diario online.
En cambio, aquel paraguas que le regalaron en una feria y que guardaba en el maletero del coche le salvó el traje cuando iba aquella reunión tan importante. Aquella batería externa de aquel aburrido congreso que llevaba en el fondo del bolso le permitió ganar un pedido importante ya que pudo mandar la propuesta por teléfono a tiempo… ¿Ese paraguas o esa batería eran publicitarios? Técnicamente sí; sin embargo, la percepción del consumidor es radicalmente distinta y, sin duda, positiva.
Un mayor impacto en el tiempo y segmentación según target
Resulta curioso, pero pocos conceptos venden tanto como lo hace el hecho de que algo sea GRATIS. Así lo demostró el catedrático estadounidense Dan Ariely en su libro Las Trampas del Deseo (2008), en el que además describe esta tendencia de los consumidores como algo “irracional”.
Además, los regalos publicitarios NO aparecen por sorpresa durante la retransmisión de tu partido favorito, sino que alguien amablemente nos obsequia con ellos. ¿A quién le desagradan los regalos? Este carácter gratuitoy no intrusivo de los regalos publicitarios garantiza su mayor impacto y efectividad como herramienta de marketing.
Por otro lado, pensar que un regalo promocional puede tener una duración de años es, sin duda interesante, pero además los catálogos promocionales hoy por hoy, incluyen todo tipo de productos orientados a un target u otro y así llegar mejor a nuestro público, desde objetos relacionados con el trabajo a artículos del hogar, el ocio o deporte; la segmentación es total.
Mayor frecuencia de exposición y aumento del recuerdo de marca: las 3 fases del proceso
¿Cuántas veces utiliza un fumador un mismo mechero cada día? ¿Por cuántas manos pasa? Quizás el cálculo no sea sencillo, pero la lógica nos indica con el ejemplo del encendedor su alta efectividad. Además, estos regalos de empresa no impactan sólo cuando están en uso, sino en otras muchas ocasiones en las que se llevan “por si acaso”.
Esto mismo sucedería, por ejemplo, con objetos de escritorio o los accesorios informáticos que permanecen en las mesas de trabajo durante mucho tiempo a la vista de todos.
Muchos y muy interesantes estudios se adentran en esta área tan psicológica como marketiniana que es el recuerdo publicitario y la notoriedad de marca y se distinguen en tres fases:
- Fase Cognitiva: conocimiento de la marca.
- Fase Afectiva: relación o interés por la marca que lleva a preferir una marca antes que otra.
- Fase Conativa: se induce a la adquisición del producto o servicio.
Ahora fijémonos en el papel y la efectividad que los regalos publicitarios pueden jugar en ese proceso:
La presencia permanente de un objeto con los colores y la imagen corporativa de la marca facilitan el recuerdo de una marca y dificulta la posibilidad del olvido por su propia presencia física.
La aportación de los regalos promocionales a la hora de establecer una relación afectiva con una marca es clara. Pensemos en polos para practicar deporte, la batería que nos salva de estar sin teléfono o, incluso, el llavero de la casa de la playa. ¿Cómo no establecer una relación afectiva positiva con una marca que relacionamos con esas experiencias?
Los regalos comunican la personalidad de una marca
En los últimos años, empresas como HidalPromo han ampliado considerablemente el catálogo de productos y las posibilidades de personalización. Incluso ofrecen la posibilidad de fabricar un producto 100% a la medida para que sea concebido por el consumidor como un producto con personalidad, lo que hace posible la mayor diferenciación de marca.
Al fin y al cabo, un regalo de empresa representa a la marca no sólo por llevar incorporado un logo en cuestión, sino porque el propio producto comunica su personalidad. Cuestiones como la calidad del regalo, su diseño, los colores o la utilidad del obsequio se convierten así en claves a la hora de seleccionar el producto en cuestión.
Hay infinidad de escenas cotidianas en las que es frecuente encontrar estos regalos de empresa: una memoria USB promocional en la que se pasan las fotos de las últimas vacaciones, una toalla publicitaria en la playa, una pulsera de actividad mientras haces deporte o un chaleco cuando tienes frío.