Una
correduría de seguros es una consultoría de seguros profesional, independiente y ajena a las
compañías de seguros, que ofrece al cliente un representante legal ante las mismas, velando por defender los derechos de los asegurados. Busca en el mercado asegurador las compañías y productos de seguro que mejor puedan satisfacer las necesidades de su cliente, diseñando proyectos a medida para cada uno de ellos, en las mejores condiciones de cobertura y primas, asesorando y poniendo de manera permanente a disposición del cliente los departamentos de la
correduría. Con esto, se consigue desahogar al cliente de todas las gestiones que puede conllevar la
contratación de un seguro y su control.
A menudo los particulares, familias y empresas tenemos contratados seguros, unas veces de manera voluntaria, y otras por imposición legal. No es poco habitual que en ocasiones no sepamos si las garantías que nos han vendido son las que mejor se adaptan a nuestras necesidades y cuál es el alcance de esas coberturas.
Hay que tener claro que un seguro no cubre todo tipo de situaciones, sino que es una herramienta prevista para supuestos imprevistos y amparados en la póliza. Es importante siempre analizar y revisar el enfoque que da la compañía a la hora de concluir si el siniestro tiene o no cobertura, estudiándolo conjuntamente con la póliza y el condicionado general, ya que muchas veces la compañía puede errar en sus conclusiones y excluir de cobertura situaciones que sí gozan de ella.
También sucede frecuentemente que las primas de nuestros seguros varían; muchas veces recibimos una carta de la compañía aseguradora avisándonos de esa subida sin darnos más explicaciones sobre ello, pensando que no hay posibilidad de que haya alguna alternativa que amortigüe esa subida. Hay muchos factores que pueden afectar en la subida de prima, pero todos ellos se deben revisar por un profesional que se preocupe por que estén debidamente aplicados.
La correduría y en todo caso va a estar del lado del asegurado. Hay que tener claro que un corredor no es un agente de seguros. La diferencia principal es que un agente forma parte de la estructura de la compañía, lo que hace que no siempre sea objetivo a la hora de ofrecer los productos de seguro.
Por el contrario, una correduría de seguros es totalmente ajena a las compañías. Tiene la obligación de hacer un estudio objetivo de mercado antes de ofrecer un producto de seguro, de manera que no puede ceñirse únicamente a una única compañía y debe presentar distintas alternativas, por lo que no tiene interés en que se contrate uno u otro producto, el asegurado contará con el profesional para a resolverle todas las consultas que tenga.
El servicio que se ofrece mediante una correduría de seguros es muy diferente al que se recibe contratando directamente con la compañía. Contratar mediante un corredor de seguros da un valor añadido, por su servicio y disposición ante el asegurado, y por la negociación la hora de ofrecer las primas de seguro, en ocasiones más ventajosas que las que se ofrecen en directo por las aseguradoras.
Hay que destacar que los servicios del corredor de seguros no tienen coste para el cliente.