Según datos de la AECAL (Asociación Española Contra el Acoso Laboral), casi dos de cada diez trabajadores sufren mobbing en el trabajo. Con la pandemia, este fenómeno, que algunos llaman el bullying de los adultos, no ha hecho más que crecer, incluso para quienes están trabajando en remoto.
Si no sabes si este es tu caso, es importante que tomes la iniciativa y comiences a informarte sobre sus síntomas, las consecuencias que tiene y qué medidas tomar. Especialmente si trabajas en la Administración Pública, en enseñanza, en el sector sanitario o en el mundo de las finanzas, es muy posible que estés en lo cierto.
¿Qué es el acoso laboral?
El bullying laboral no tiene por qué ser únicamente la guerra declarada y abierta hacia un trabajador. También lo son el resto de conductas hostiles que atentan contra tu dignidad o crean un entorno intimidatorio, humillante u ofensivo de forma continuada. Como resultado de estas prácticas, tu autoestima se verá afectada, así como tu capacidad de concentración, rendimiento y motivación.
Si esta situación se prolonga durante un largo periodo, podrás llegar a sufrir enfermedades mentales, como la ansiedad o la depresión o incluso padecer síntomas físicos. En todo caso debes tener en mente que es ambiente hostil no es por tu culpa y que está en tu mano tomar las medidas para acabar con él.
Detectar una situación de acoso: ¿cuáles son sus síntomas?
Aunque las acciones de acoso se materializan de formas muy diferentes según el sector y el nivel de responsabilidad de cada trabajador, sí existen algunas prácticas que son bastante comunes entre quienes desean hacerte la vida más incómoda en el trabajo.
- El trato frío, distante o con malas contestaciones, tanto en las relaciones personales como hacia tu trabajo es bastante habitual.
- También lo es cuando recibes una asignación de tareas por encima de lo normal o muy por debajo, especialmente cuando se te acusa de un bajo rendimiento laboral.
- Por último, es acoso cuando la empresa te obliga a trabajar sin las medidas de seguridad o si eres víctima de amenazas o proposiciones sexuales.
¿Qué se esconde detrás del acoso laboral?
Aunque no es necesario que exista un porqué detrás de este tipo de comportamientos, ni debes obsesionarte buscando razones, en la mayoría de situaciones lo que se busca es tu renuncia. Como en el caso de France Telecom, es posible que la empresa quiera eliminar tu puesto y esté intentando que renuncies para no tener que pagarte, o que tu superior quiera colocar a alguien de su confianza en tu sitio y quiere que te marches.
Cuando el bullying entre compañeros parece no estar sujeto a razones, es posible que estés ante una personalidad psicopática. Este tipo de perfiles son capaces de hacer la vida imposible a compañeros por simple antipatía haca ellos.
¿Existe legislación que proteja al trabajador ante el bullying laboral?
La primera garantía para saber que puedes superar esta situación tan desagradable es el amparo que te ofrece la ley al respecto. Tanto en la Constitución, como en el Código Civil, el Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. El acoso laboral atenta contra los derechos fundamentales a la dignidad personal, a la igualdad y a la no discriminación, a la integridad física y moral, a la libertad ideológica y religiosa y al honor, la intimidad y la propia imagen reconocidos en los artículos 10, 14, 15, 16 y 18 de la Carta Magna.
Por su parte, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es la más explícita y, además de reconocer el derecho al respeto a su dignidad, también lo hace al de protección frente a ofensas físicas y verbales. Es más, permite tomar medidas independientemente de si el acosador es el empresario, cualquiera de sus representantes o los compañeros de trabajo.
¿Qué puedes hacer ante una situación de acoso?
Lo primero que tienes que hacer es preocuparte es por tu salud mental y cuidarla. La situación no es por culpa tuya y, si juegas bien tus cartas, está en tu mano detenerla para siempre. Ponte en contacto con un abogado que te ayude a plantear una estrategia legal y contrata la ayuda de un detective que te ayude a recopilar todas las pruebas necesarias para demostrar la veracidad de tu testimonio.
Solo un 25 % de las demandas presentadas se admiten a trámite, por lo que te conviene evitar la confrontación directa y crear una estrategia sólida antes de actuar. Conociendo qué pruebas necesitas y trabajando con tu investigador privado, no te precipitarás y conseguirás poner una denuncia que acabe con la situación de abuso para siempre.
Recuerda que
no estás solo contra el mobbing. Tanto la ley como los médicos, los profesionales de la abogacía y las
agencias de detectives están de tu parte para ayudarte.