La vida de Windows 7 está llegando a su fin. Windows 10 por fin ha conseguido superarle en usuarios a principios de 2019, pero el antiguo sistema operativo de Microsoft todavía sigue teniendo un 36,90% de cuota de mercado, empujado sobre todo por el sector empresarial. Y esto es un problema, porque Microsoft va a abandonar el sistema operativo el próximo 14 de enero de 2020.
Windows es un sistema operativo que evoluciona a base de ir lanzando nuevas versiones cada determinados años. Y como mantener todas estas versiones sería logísticamente imposible, con el paso del tiempo van abandonando las más antiguas para centrar sus esfuerzos únicamente en el mantenimiento de las versiones actuales.
El soporte estándar de Windows 7 finalizó en enero de 2015, lo que quiere decir que ya no se ha seguido mejorando, y desde entonces ha estado únicamente bajo el soporte extendido.
Lo que va a pasar a partir del próximo 14 de enero de 2020 es que Windows 7 se quedará sin ningún tipo de soporte oficial, y que los sistemas dejarán de aplicar automáticamente los parches de seguridad generados por el fabricante y ya no será seguro seguir utilizándolo.
Cuando Windows 7 se quede oficialmente sin soporte, dejará de recibir actualizaciones oficiales. Ni siquiera recibirá actualizaciones de seguridad.
Pero si aparecen vulnerabilidades críticas en el sistema operativo Microsoft ya no va a corregirlas. Esto quiere decir que si se descubren vulnerabilidades, todos los ordenadores que utilicen Windows 7 podrán verse afectados, con los problemas de seguridad y privacidad que puede acarrear.
Y si esto es un problema para el usuario medio, imagínate el que supone para las empresas que todavía estén utilizando Windows 7. Quedarán desprotegidas, por lo que sin quererlo, también estarán desprotegiendo a sus clientes en el caso de que aparezca alguna vulnerabilidad con la que se pueda robar datos de sus servidores.
A la larga, el otro problema es que poco a poco dejará de haber aplicaciones y hardware compatible con el sistema operativo. Seguramente aplicaciones como los navegadores no mantengan el soporte sobre Windows 7.
Partiendo de la base de que todavía el 37% de los ordenadores usan Windows 7 esto va a suponer una gran oportunidad para hackers y piratas puesto que, de encontrar vulnerabilidades, Microsoft no responderá por ellas y se podrán contagiar y expandir sin límite.
Basándonos en que el sistema operativo tiene 10 años se supone que si tienes un Windows 7 también tendrás un ordenador muy antiguo. No lo suficientemente potente para manejar Windows 10 con soltura. Por lo que tendrás que pensar en sustituir tu parque de ordenadores.