Obra seca: ¿es adecuada para la reforma de tu local u oficina?

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Si estás pensando en reformar un local comercial u oficina, te recomendamos que consideres la obra seca antes de llevar a cabo actuaciones de mayor envergadura. En los próximos apartados vamos a explicarte en qué consiste este proceso “indoloro” de construcción, cuáles son sus principales ventajas y otros aspectos relevantes.

¿Qué es una obra seca?

Por definición, una obra seca implica la aplicación de un sistema constructivo que no se sirva de materiales húmedos, como masillas o cementos. Para sujetar los diferentes elementos de construcción se usa el clavado, el encastrado o el pegado. Como no es necesario esperar a que se sequen los materiales, la reforma tiene lugar en menos tiempo, y todo se hace con una mayor limpieza. Tampoco hace falta que las personas que trabajan en el espacio se desplacen a otras dependencias.

Seis ventajas de la obra en seco

Rapidez: al no ser necesario respetar el tiempo de secado de una etapa de la obra para empezar la siguiente, la obra termina en menos tiempo.
Limpieza: la ausencia de humedad evita los residuos de cemento o yeso, por lo que poner a punto de nuevo el espacio tras la obra es un proceso con menos impacto.
Se necesita menos mano de obra: no es necesario contratar demasiado personal, ya que la envergadura de la obra es menor.
Flexibilidad: se puede reformar cualquier espacio en seco, incluso los baños o las pequeñas dependencias auxiliares.
Ahorro: los materiales de construcción en seco son baratos y, como su aplicación no requiere de mucho tiempo, se paga menos en horas de trabajo.
Menos necesidades de implementos de obra: con la obra en seco no hace falta alquilar o transportar hasta el espacio a reformar un gran número de elementos de soporte, herramientas, muebles de obra, etc.

Elementos habituales de una construcción en seco

Hoy en día, hay un gran número de materiales que pueden integrarse en una obra en seco. Vamos a ver los más habituales:

Placas de yeso o pladur: se comercializan en diferentes grosores y con ellos es posible construir desde paredes hasta estanterías. También tienen múltiples aplicaciones, como insonorizantes, ignífugas, hidrófugas. Se pueden cortar a medida para garantizar que encajen en el lugar previsto para su instalación, que es muy sencilla.
Madera: gracias a este material se pueden crear suelos, cubrir tabiques o embellecer techos. Su flexibilidad y fácil personalización siguen haciendo de la madera uno de los recursos estéticos más comunes. Al margen de los paneles naturales, hay un gran número de conglomerados con propiedades diferentes, como el DM.
Tarima flotante: la mejor solución para lograr suelos cálidos y atractivos sin necesidad de realizar una gran obra. Hay muchos tipos y calidades y las alternativas estéticas son infinitas, hay opciones para todos los gustos.
Paneles metálicos: son especialmente útiles para embellecer y proteger superficies. Los acabados más comunes son en acero inoxidable o incluyen una capa de pintura.
Suelos vinílicos: además de la tarima, los suelos de vinilo son la otra alternativa más sencilla para lograr resultados espectaculares a partir de una inversión mínima.
Papeles decorativos: uno de los revestimientos para paredes más versátil es el papel pintado, que puede fijarse con ayuda de pegamento.

¿Qué negocios pueden aprovechar las ventajas de este tipo de obra?

Cualquier empresa puede apostar por la reforma seca. Ya se trate de un local comercial u oficina, el gran número de soluciones que existen en el mercado nos permite cambiar la estética de techos, suelos, paredes, etc., y dotarlo de las mejoras funcionales que sean convenientes.

Por ejemplo, un espacio de trabajo mal aprovechado puede convertirse en un entorno bien organizado que promueva el rendimiento a partir de la redistribución de sus diferentes áreas. En una tienda de ropa, es posible implementar nuevos probadores en muy poco tiempo gracias a la flexibilidad del pladur.

Otros aspectos a tener en cuenta

Este tipo de procesos de reforma suelen estar exentos de una licencia de obra. Puesto que nunca afectan a elementos arquitectónicos básicos, las autoridades locales no precisan de una solicitud oficial. Lo mismo sucede con la comunidad de vecinos, que no tiene que aprobar en junta el proyecto (si la obra no afecta a elementos comunes).

Por otro lado, la duración de las obras secas es mucho menor. Depende de la empresa y del volumen de la reforma, pero es posible terminar hasta en una semana.

En definitiva, reformar un local es mucho más sencillo aprovechando las ventajas de la obra seca. Además, el gran número de materiales disponibles en la actualidad te permiten adoptar cualquier vía decorativa o funcional con garantías. Lo mejor es que las necesidades presupuestarias son menores y podrás dar forma a tus ideas con poco dinero.

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