En España, la adquisición de un coche ha venido ocupando el segundo lugar de prioridad entre los ciudadanos(as), solo después de la compra de una vivienda, que ha sido para los españoles la primera opción en cuanto a inversión monetaria desde hace una buena cantidad de tiempo.
Principalmente, el vehículo tenía que ser adquirido para poder utilizarlo en las tareas diarias, tales como salidas a sitios de entretenimiento, compras de alimentos, viajes familiares a la playa u otros sitios vacacionales o, preferiblemente, desplazarse al trabajo. Las opciones estaban limitadas al pago total del vehículo o buscar un buen financiamiento que pudiese cubrir tus necesidades.
Pero con el paso del tiempo, otras opciones han surgido para poder disfrutar y utilizar un coche, aunque estas opciones originalmente se limitaban al ámbito de las grandes industrias y negocios. Estas dos opciones son conocidas como
leasing y renting de coches, que de manera paulatina han ido incrementando su uso a nivel empresarial, no sólo entre grandes empresa, sino también a nivel de trabajadores autónomos. Dichas opciones están siendo también cada vez más utilizadas por particulares.
¿Cuál es la diferencia entre leasing y renting?
Inicialmente, y antes de profundizar en el tema que nos ocupa, vamos a marcar la diferencia entre estas dos modalidades. Hablemos un poco del leasing. Esta modalidad permite a las compañías utilizar un coche o una flotilla de ellos para el uso de empleados y ejecutivos con el fin de cubrir los objetivos de dichas empresas. Con el leasing, la empresa contrata este servicio con la finalidad de adquirirlo a la finalización del contrato. Este servicio solo facilita el uso del coche y no cubre gastos adheridos al funcionamiento del vehículo, como reparaciones y seguro entre otros.
Por otro lado, el renting, aunque similar en el concepto de utilización de un coche mediante el pago de una mensualidad, no busca la adquisición del automóvil una vez concluido el contrato (aunque la opción puede presentarse). Con este método, la empresa puede utilizar el coche por el período de tiempo establecido (normalmente entre 12 y 60 meses) y una vez finalizado sustituir el coche por otro más moderno o más adecuado a las necesidades del negocio. A diferencia del leasing, el renting le da la oportunidad a la empresa de no tener que afrontar gastos comunes vinculados al coche, tales como servicio de mantenimiento, reparaciones, mantenimiento, asistencia en carretera, impuestos y seguro, que están ya incluidos en la cuota mensual.
Renting para autónomos
Hasta el momento hemos mencionado que el uso de cualquiera de las dos últimas opciones es habitual para aquellas grandes empresas con una capacidad adquisitiva mayor que un profesional autónomo con un pequeño negocio o empresa. Sin embargo, esto no es una limitante y muchos autónomos están utilizando esta opción para poder disfrutar del uso de un coche.
Entre ambas opciones, la que resulta más conveniente para los autónomos sería el renting de coches. Éste último incluye gastos que ayudarán a ahorrar dinero y reducir la carga de gestión. A parte de los gastos anteriormente mencionados (reparaciones, mantenimiento y seguro), esta modalidad cubre gastos constantes como los impuestos municipales relativos al uso del coche durante la duración del contrato.
Beneficios del renting de coches para autónomos
La primera ventaja que ofrece el renting para autónomos es que no deberás realizar ningún pago inicial, sino que con una cómoda cuota mensual lo tendrás todo incluido. Además, podrás tener el gasto muy controlado, ya que al estar todos los servicios, reparaciones y mantenimiento incluidos, no tendrás sorpresas en tus facturas y sabrás exactamente cuáles serán tus gastos en todo momento.
A nivel fiscal, el renting te ofrece como principal beneficio para el caso de los autónomos la posibilidad de deducir el 100% del coste de este servicio en la declaración del IRPF al igual al IVA, siempre dependiendo del uso que le vayas a dar al coche. Es decir, toda mensualidad que abones por este servicio podrá ser desgravable del impuesto, así como todo gasto vinculado a esta actividad. Estas deducciones son completamente aceptadas y fácilmente incluidas en IRPF.
Igualmente, debes tener en cuenta que, por defecto, la Agencia Tributaria te otorga la posibilidad de deducir un 50% del IVA soportado para situaciones en donde el uso de los vehículos es de carácter mixto, es decir utilizado profesional y personalmente. Si deseas un 100% deducible de este convenio en tus impuestos debes limitar el uso del coche al aspecto profesional; de no hacerlo, Hacienda puede revisar tus libros y las actividades de tu empresa o negocio con el fin de confirmar la veracidad de la declaración y multarte si se llega a comprobar el uso inadecuado de este recurso.