Renting para empresas: todos los beneficios

Cuando llega la hora de adquirir un coche de empresa, o de renovar tu flota, existen diferentes opciones disponibles en el mercado. Puedes optar por comprar el vehículo nuevo, de kilómetro cero, realizar un leasing o contratar un renting. Si aún no tienes muy claro las diferencias entre un sistema y otro, ¡no te preocupes!, a continuación te las explicamos.

Un renting es el alquiler de un vehículo en el que se te cede su uso y disfrute a cambio del pago de una serie de cuotas periódicas en las que se incluyen servicios complementarios, como el mantenimiento. Estos contratos suelen realizarse generalmente para periodos de entre dos y cinco años y representan un ahorro económico interesante frente a otras formas de financiación como son los préstamos o el leasing, como veremos más adelante. 

En un préstamo tradicional, a la cuota que has de pagar debes añadirle comisiones, gastos de reparación de averías, gastos de mantenimiento, de revisiones, de gestoría o impuestos... En cambio en el caso de contratar un renting seguirás pagando una cuota mensual fija pero que ya cubre muchos de estos gastos.

¿Qué quiere decir esto? Que la opción de renting supone una solución “todo en uno”, con una gestión bastante más sencilla.

En el caso del leasing hablamos de un alquiler con opción a compra que se realiza a través de una entidad bancaria comercial y con el que disfrutas del vehículo pagando una cuota mensual. Como mínimo, el contrato se firma por un período de dos años y no cabe posibilidad de revocación. 

Al término del mismo puedes adquirir el coche abonando el valor residual (el valor del bien descontando los pagos que se han realizado), renovar el contrato (por el mismo vehículo o por uno nuevo) o devolverlo. Mientras dure el contrato todos los gastos de mantenimiento, reparaciones, impuestos, matriculación, etc. corren de tu cuenta.

El renting te ofrece las mismas opciones que el leasing a la hora de cambiar de modelo, con la diferencia de que el contrato se realiza con la empresa que ofrece el servicio y la duración es más flexible. La principal ventaja es que no tendrás que hacer frente a los gastos derivados de su uso, como el mantenimiento. Además, sus cuotas son deducibles, porque se consideran un gasto, y se puede deducir hasta el 50 % en concepto de IVA soportado si se acredita que el bien se utiliza para un fin profesional.

El contrato de renting, al no verse afectado por las fluctuaciones de los tipos de interés, ofrece mayor estabilidad a la hora de hacer cálculos a futuro relacionados con la tesorería de tu empresa. Además, como no se considera un producto financiero el importe de las cuotas suele ser atractivo y apto para casi todos los bolsillos. 

Los vehículos de kilómetro 0 suelen tener muy pocos kilómetros y su precio generalmente está un 20% por debajo de la versión “a estrenar”. Esto se debe a que simplemente por el hecho de estar ya matriculados entran en la categoría de “seminuevos”.

Entre sus inconvenientes hay que resaltar que te debes adaptar al modelo disponible (incluyendo color, cilindrada, equipamiento...) y que su valor residual suele ser menor.

Lo que te ofrece el renting es total flexibilidad a la hora de elegir modelo, cilindrada, equipamiento y extras, ya que tú configuras el vehículo a tu gusto y si no hay existencias con dichas características tu pedido se envía a fábrica.

También hay que destacar que un contrato de renting no afecta al CIRBE, por lo que tu empresa no aumenta su endeudamiento y no reduces tus posibilidades de solicitar algún tipo de financiación si lo necesitas.

Al comprar un vehículo nuevo debes hacer frente al gasto del alta en la DGT, los impuestos, el seguro a todo riesgo, revisiones, vehículo de sustitución en caso de reparación, ITV, cambio de neumáticos, aceite o cualquier otro tipo de mantenimiento, además de las multas que se puedan originar mientras dure su vida útil, que suele rondar los doce años.

Apostar por el renting en cambio te permite cambiar de coche cada cierto tiempo, lo que implica que siempre podrás conducir un automóvil con la tecnología más moderna y que más te convenga en cada momento, pagando una cuota mensual con los principales gastos incluidos

En resumen, estas son las principales diferencias y ventajas del renting frente a otras modalidades a la hora de adquirir un coche (o una flota de coches) para tu negocio. Sopesa bien los pros antes de tomar una decisión y recuerda que, si al final te decides por el renting, tenemos un montón de ofertas interesantes para ayudarte a conducir el coche de tus sueños.