¿Sabes cómo combatir el calor? 7 trucos para usar en la oficina

Sin lugar a duda, en verano, otoño, invierno o primavera, el agua es un elemento totalmente necesario para mantenernos hidratados y, más aún, si hablamos de épocas calurosas. 

En verano, tener siempre a mano agua fresca es una de las mejores formas de aliviar el calor. Si tienes una fuente o un dispensadores de agua en tu oficina, podrás refrescarte de inmediato.

Dependiendo de su composición, los alimentos aportan un mayor o menor porcentaje de agua a nuestra ingesta. Cuando aprieta el calor, lo mejor es aumentar la cantidad de fruta y verdura fresca en las comidas, evitando otro tipo de alimentos, como los procesados y la bollería. Así, no solo dependeremos de beber agua para mantenernos correctamente hidratados.

Algo relevante también es que debes evitar las comidas copiosas y grasientas. Opta por sopas frías, gazpachos de frutas, ensaladas, etc. Estos te ayudarán a tener una digestión menos pesada y a evitar el sopor de la sobremesa, que se multiplica con las altas temperaturas.

Para mantener tu espacio de trabajo fresco, puedes abrir ventanas y puertas para crear corrientes naturales, evitando así tener que acudir a la refrigeración artificial.

En el caso de que tengas que recurrir al aire acondicionado, utiliza siempre un equipo eficiente energéticamente. Esto quiere decir que la potencia nominal debe ser igual o menos a los 12 kW, que, si bien es cierto, puede costar un poco más, a la larga será más económico y respetuoso con el medio ambiente.

Aprovecha la iluminación natural y evita encender luces artificiales en la medida de lo posible. Estas son fuentes caloríficas que no aportan un calor directo, pero sí contribuyen a que el ambiente esté más caldeado. Y, en el caso de que sea necesario, cambia las bombillas convencionales por luces ledes.

En las horas de más calor, evita que el sol directo entre en tu espacio, empleando cortinas opacas o bajando las persianas para que estas hagan de barrera directa.