Seguro médico para empresas: ¿con o sin copago?

El seguro de salud para empresas y trabajadores es una opción altamente interesante que, sobre todo, mejora el ambiente laboral, la motivación y la implicación de los empleados, al tiempo que reduce el absentismo.

¿En qué consiste? Se trata de una única póliza que cubre, de un modo global pero independiente, a todos los asegurados integrados en un mismo colectivo. En este caso, los trabajadores de la compañía. Por lo general, se contrata para un mínimo de 10 profesionales y sus condiciones varían según las circunstancias.

Las coberturas difieren en cada caso y según la prima total a pagar. Su contratación siempre favorece la mejora del clima laboral, genera ventajas fiscales y aumenta la productividad. ¿No te parece importante considerar la posibilidad de contratarlo para tu plantilla? ¡Veamos en qué consiste cada tipo y sus ventajas y desventajas!

El seguro sin copago es aquel en el que el asegurado no participa en los actos médicos. Es decir, abona la prima anual y satisface sus distintas necesidades sanitarias sin costes adicionales.

De hecho, en el ámbito de la empresa, los empleados asegurados pueden utilizar todos los servicios médicos que requieran, con independencia de cuántos y cuáles sean, sin tener que abonar un solo euro de más. Dejamos claro que en este tipo de seguro médico privado ni los trabajadores ni la propia empresa participan en esos costes que pudieran añadirse. 

Llegado el caso, puede llegar a salir más barato el coste anual en seguro médico para empresas sin copago que la prima total con copago. ¿De qué depende? De las incidencias médicas y los usos del seguro por parte de los asegurados. El problema es que resulta absolutamente impredecible saber qué ocurrirá.

El seguro médico con copago es, precisamente, el contrario al anterior. Implica el abono de una pequeña cantidad de dinero cada vez que el asegurado hace uso del seguro médico. Este importe varía según las circunstancias y los servicios solicitados. Así, será mayor cuando se trate de hospitalizaciones, diagnósticos o tratamientos clínicos.

No resulta sencillo establecer a qué clase de empresas les conviene tener uno u otro sistema de seguro. Sin embargo, a priori puedes acudir a un seguro sin copago si cuentas con una plantilla de más de 10 personas. En este supuesto, tendrás una mayor capacidad de negociación con las aseguradoras y obtendrás mejores condiciones económicas para tu empresa.

El seguro con copago es una buena opción cuando tienes una plantilla joven, mayoritariamente activa y saludable, que cuida su alimentación y comparte hábitos de vida sanos. En teoría, el uso de estos seguros médicos es inferior, y por lo tanto menos costoso, que cuando nos encontramos con plantillas de veteranos.

Una opción mixta consiste en contratar un seguro médico de empresa con copago y ceder a los empleados el pago de los importes derivados del uso particular del mismo. Es una buena alternativa que, si bien resta valor al seguro aportado, todos perciben de un modo positivo.

Tomar la decisión de contratar un seguro médico privado para la empresa no es una cuestión menor. ¿A qué compañía de seguros acudimos? ¿Cuál es el mejor proveedor?

Se trata de una contratación anual con un coste significativo y que, ya lo hemos comentado, genera consecuencias muy positivas para la organización. 

Por eso es importante solicitar varios presupuestos, comparar, negociar y no precipitarse. Se trata de un proceso largo de contratación que debes relacionar con el presupuesto anual y con los objetivos y propósitos de tu departamento de recursos humanos.

Contratar un seguro de salud, con o sin copago, incide directamente en la imagen proyectada por tu compañía, en la productividad y en el balance anual de pérdidas y ganancias. ¿A que ahora lo tienes mucho más claro que antes? Pues si ya te has decidido a contratar un seguro médico para tu empresa, contacta con las aseguradoras que encontrarás en nuestro portal. Pídeles presupuesto sin compromiso y sus expertos en seguros de salud te recomendarán la mejor opción según las características concretas de tu negocio y el presupuesto que tienes en mente.