Tipos de furgonetas: ¿cuál es el mejor para tu negocio?

¿Qué es una furgoneta?

¿Qué tipos de furgonetas hay?

También conocidas como furgonetas frigoríficas, son las que permiten mantener la carga a una temperatura concreta. Es el tipo de furgoneta que necesitas para transportar productos que deben mantenerse a una temperatura específica durante el trayecto, por ejemplo, el transporte o reparto de alimentos refrigerados a bares, restaurantes, etc.

Se trata de furgonetas ligeras, con cristales en el lateral y que a menudo tienen una segunda fila de asientos detrás de la fila del conductor y el copiloto. Puede ser tu solución para desplazar a varios trabajadores, muy cómoda para moverse también por ciudad. Podemos utilizarla también como vehículo familiar, igual que las furgonetas mixtas.

Si trabajas en la construcción, seguro que las has visto más de una vez. Es un tipo de furgón con cabina y una plataforma plana en la parte de atrás. Sus laterales se abren hacia abajo, de modo que te resultará especialmente fácil cargar y descargar materiales.

Una versión parecida son las furgonetas con volquete, cuya plataforma se puede inclinar hasta 45 º para hacer todavía más fácil la carga y descarga.

Aunque hemos dicho que técnicamente la cabina debe estar integrada con el chasis, hay algunas furgonetas como esta que tienen la cabina independiente. Habitualmente, las encontramos en empresas de mensajería y repartidores, ya que permiten transportar las cargas y paquetes más voluminosos. También son habituales en empresas de mudanzas o supermercados para repartir la compra.

Hablamos de un híbrido entre furgonetas y vehículos industriales, con las que podrás transportar cualquier tipo de mercancía. La clave está en que se pueden adaptar perfectamente y es posible instalar en ellas plataformas, volquetes o cajas cerradas. ¿Quieres una furgoneta versátil? Necesitas una de cabina con chasis.

Son la mejor opción si trabajas en zonas de montaña y tienes que conducir por caminos y pistas de tierra o en zonas donde nieva en invierno. Pueden tener multitud de aplicaciones, como el transporte de mercancías o el de personas en empresas multiaventura, por ejemplo, al punto de partida de actividades como rafting, canoa o vuelo en globo aerostático a donde no siempre es fácil llegar con vehículos sin tracción a las cuatro ruedas.

Por último, tenemos que mencionar las furgonetas eléctricas, cada vez más comunes en nuestras calles. Te ahorrarás el impuesto de circulación, tu empresa ofrecerá una imagen ecofriendly y podrás circular por determinados carriles o aparcar en zonas restringidas, de modo que ofrecerás un servicio más rápido y eficiente a tus clientes. Si trabajas habitualmente en una ciudad con un tráfico denso, puede ser tu mejor opción.