Todos pasamos una gran parte de nuestro tiempo en el lugar de trabajo. Jornadas de ocho horas, cuando no más, en las que pasamos cuatro o cinco horas seguidas sentados u ocupados en una tarea concreta. En este escenario es fácil que olvidemos un factor fundamental para nuestra salud y para nuestro rendimiento laboral: una buena hidratación. Y es que un adulto necesita ingerir, en promedio, entre 2 y 2,5 litros de agua al día, lo que equivale a entre 8 y 10 vasos de agua.
Especialmente en épocas de calor o en puestos de trabajo que requieren un cierto esfuerzo físico corremos el riesgo de no ofrecer a nuestro cuerpo el agua que necesita, lo que puede generar sensación de fatiga, dificultad de concentración, afectaciones en la memoria, debilidad o dificultades psicomotoras, dependiendo del nivel de deshidratación. Estos riesgos son especialmente elevados en personas mayores y en mujeres embarazadas.
Por este motivo es fundamental ofrecer a las personas que integran la empresa un acceso fácil y cómodo al agua en cualquier momento, y que esta sea de calidad y tenga un buen sabor. En este sentido, los
dispensadores de agua, o fuentes de agua, son sin duda una de las mejores alternativas, ya que ofrecen agua fría o caliente de calidad y con solo pulsar un botón a cualquier persona de la empresa.
Ventajas de los dispensadores de agua
Como hemos comentado, disponer de un dispensador de agua en tu oficina o empresa es una muy buena solución para facilitar y garantizar una correcta hidratación de los trabajadores. A continuación resumimos los puntos claves que hacen de las fuentes de agua una alternativa cada vez más popular entre todo tipo de empresas y particulares:
- Comodidad y facilidad de uso: tal y como adelantábamos al inicio de este post, los dispensadores de agua permiten un acceso muy fácil al agua por parte del trabajador, ya que solamente debe pulsar un botón para llenar su vaso con agua fría o caliente, sin tener que ir a un frigorífico o a un microondas ni tener una botella en su puesto de trabajo.
- Comodidad a nivel logístico: tanto si se trata de un dispensador de agua conectado a la red como uno de botellones, no nos tendremos que preocupar por ir a comprar el agua fuera de la oficina y llevarla hasta nuestro lugar de trabajo. En el primer caso, la fuente está directamente conectada a la red de agua, que se filtra en el mismo dispensador, por lo que una vez conectado no nos tendremos que preocupar de nada. En el segundo, la empresa suministradora de los botellones de agua los entregará directamente a nuestra empresa, y podremos fijar un pedido recurrente una vez conocido nuestro consumo medio para no tener que preocuparnos de nada más que de beber.
- Ahorro económico: los dispensadores de agua son una alternativa mucho más económica que adquirir el agua en supermercados o en formato de botellas, especialmente en el caso de las fuentes conectadas a la red, ofreciendo la misma calidad que el agua embotellada.
- Beneficio para los empleados: disponer de agua de calidad en la oficina con la comodidad de un dispensador de agua es algo que los trabajadores valoran positivamente, y es un valor añadido importante en su día a día que tiene un coste relativo muy reducido para la empresa.
- Mejora de la salud y rendimiento: como hemos comentado, disponer de un dispensador de agua fomenta que los trabajadores de la empresa mantengan una mejor hidratación, mejorando su estado de salud y su rendimiento.